Los reptiles marinos fueron un amplio grupo que ocupo uno de los nichos ecológicas más grandes de abundante alimentación, en el Mesozoico, lo que permitió una adaptación de animales terrestres a un medio acuático, que significó que estos animales desarrollaran profundas modificaciones en el cuerpo como adaptación al nuevo medio.

 

Este grupo tiene una disposición craneana que deriva de dos grandes grupos de reptiles; por un lado tenemos a los reptiles que poseen un cráneo de tipo Anapsido (con ausencia de fenestras temporales) en los cuales podemos mencionar el grupo de los Mesosaurus y el de las Tortugas. por otra parte están los reptiles que tienen un cráneo de tipo Euryapsido (con fenestras temporales superiores en el cráneo), el cual es una derivación del cráneo Diapsido de los Arcosaurios.

 

Estos animales, ya adaptados, alcanzan una amplia distribución geográfica. Desde el Permotriásico hasta el Cretácico en que se extinguieron. Algunas de estas especies desarrollaron   membranas interdigitales y sistemas caudales y natatorios notables presionados por los competidores marinos como tiburones u otras especies dinámicas.